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sábado, 18 de marzo de 2017

Orto



Palabras antiguas y olvidadas


Deriva del término latino "ortus", participio del verbo "oriri" (levantarse, surgir, nacer).

En Astronomía se conoce como orto el momento en que un astro asoma por el horizonte, y afecta tanto al Sol como a la Luna o al resto de los planetas. Es lo opuesto al ocaso, momento en que el astro se oculta por el horizonte.
Respecto a un observador, un astro está en el orto cuando su altura astronómica es cero, pasado de negativa a positiva. Es decir, cuando atraviesa el plano del horizonte y pasa al hemisferio visible. Si el disco del astro es apreciable, como en el caso del Sol o la Luna, el orto se produce cuando su limbo superior toca el horizonte.
El orto de la estrella Sirius, por ejemplo, tuvo un especial significado por encontrarse en el origen del primer calendario solar del que somos herederos, el egipcio.
No todos los astros del firmamento tienen orto. Las estrellas circumpolares, por ejemplo, carecen tanto de orto como de ocaso.
No hay que confundirlo con el término griego "orthos", (derecho, estricto, canónico) que se utiliza para formar palabras compuestas como "ortodoxo" y "ortografía".
En sentido figurado, se entiende como orto el nacimiento de una ideología, una idea, un proyecto o cualquier cosa susceptible de ir evolucionando.
En Hispanoamérica existe el vulgarismo "orto" para referirse al "culo", por su similitud con el "recto" (parte del intestino que termina en el ano).

Información elaborada consultando, entre otras fuentes, el diccionario de la Real Academia Española www.rae.es






Aberrar

Palabras antiguas y olvidadas


Se deriva del latín "aberrare" y está compuesta por el prefijo"ab" (que expresa separación o exceso en una acción) y "errare" (vagar de un sitio a otro o equivocarse). En su acepción más culta adquiere el significado de equivocarse, aplicándose también a la idea de extraviarse, desviarse o apartarse de lo que se considera habitual o normal. 

Es un verbo intransitivo y se conjuga de modo similar al verbo "errar". 

Resulta significativo que comparta la misma raíz con el adjetivo "aberrante", aunque si nos atenemos a su estricto significado carece de las connotaciones peyorativas que solemos atribuirle a esta palabra para remitirse únicamente a algo que se sale de lo normal.

Información elaborada consultando, entre otras fuentes, el diccionario de la Real Academia Española www.rae.es










viernes, 10 de marzo de 2017

Ceca

Palabras antiguas y olvidadas


Derivado este término de un vocablo árabe que hacía referencia a la moneda, se denominaba y sigue denominándose "ceca" a la fábrica donde se acuña el dinero. 

Parece ser que la mezquita de Córdoba fue conocida en su tiempo como "Ceca", lo que sustenta el origen de una expresión tan popular como "andar de la Ceca a la Meca", en sentido de desplazarse de un lugar a otro para orar. 

Otro argumento sugiere que el popular refrán se refiere a algo tan antagónico como ir de donde se acuña el dinero a donde se reza, en el sentido de ir cambiando con facilidad de objetivos materiales a objetivos espirituales.
Sea como sea, nosotros entendemos "ir de la cea a la meca" como andar atareado todo el día, yendo y viniendo de un lugar a otro sin tregua.


Información elaborada consultando, entre otras fuentes, el diccionario de la Real Academia Española www.rae.es









viernes, 3 de marzo de 2017

Suripanta

Palabras antiguas y olvidadas


Aunque su acepción más purista identifica a la "suripanta" con una mujer de vida alegre y licenciosa (en hispanoamérica es incluso sinónimo de prostituta), gracias al teatro popular de los siglos pasados tenemos de ellas una imagen mucho menos peyorativa.

En las comedias, revistas, vodeviles, zarzuelas y demás variedades del género lírico del siglo XIX, la suripanta era una corista destacada que hacía las delicias del público con la exhibición de sus encantos y sus comentarios entreverados de picardía.
La palabra se popularizó tanto en esa época que a veces las amigas bromeaban entre ellas tildándose de "suripantas" . Y en los Carnavales no era infrecuente ver a grupos de muchachas ataviadas de manera estrafalaria y provocativa tratando de emular los ademanes de estas chicas tan peculiares.

Información elaborada consultando, entre otras fuentes, el diccionario de la Real Academia Española www.rae.es




miércoles, 1 de marzo de 2017

Arcaduz


Palabras antiguas y olvidadas

En la terminología de usos cerámicos, el arcaduz o cangilón de noria es un recipiente cerámico cilíndrico, de fondo convexo y ligera escotadura o estrangulamiento en la mitad superior.  Su función es recoger del pozo, río, charca o depósito de agua el líquido que, gracias a un ingenio mecánico conocido como noria, lo elevará hasta una acequia o canal de riego.

El humanista Antonio de Nebrija diferenciaba «alcaduce de anoria» (haustrum) de «alcaduce de aguaducho» (tubus; tubulus, acueducto).  Así que el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) hizo extensivo este significado hasta identificarlo también con el caño (tubo o tubos que conducen el agua a través de una cañería).


Información elaborada consultando, entre otras fuentes, el diccionario de la Real Academia Española www.rae.es