Aunque su acepción más purista identifica a la "suripanta" con una mujer de vida alegre y licenciosa (en hispanoamérica es incluso sinónimo de prostituta), gracias al teatro popular de los siglos pasados tenemos de ellas una imagen mucho menos peyorativa.
En las comedias, revistas, vodeviles, zarzuelas y demás variedades del género lírico del siglo XIX, la suripanta era una corista destacada que hacía las delicias del público con la exhibición de sus encantos y sus comentarios entreverados de picardía.
La palabra se popularizó tanto en esa época que a veces las amigas bromeaban entre ellas tildándose de "suripantas" . Y en los Carnavales no era infrecuente ver a grupos de muchachas ataviadas de manera estrafalaria y provocativa tratando de emular los ademanes de estas chicas tan peculiares.
La palabra se popularizó tanto en esa época que a veces las amigas bromeaban entre ellas tildándose de "suripantas" . Y en los Carnavales no era infrecuente ver a grupos de muchachas ataviadas de manera estrafalaria y provocativa tratando de emular los ademanes de estas chicas tan peculiares.
Información elaborada consultando, entre otras fuentes, el diccionario de la Real Academia Española www.rae.es
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